La oveja Shaun (la película), una aventura ovina en la ciudad

Si tras una película de animación están los Estudios Aardman, sabemos ya de antemano que vamos a ver un filme notable. No en vano son los líderes del stop motion con figuras maleables (arcilla, plastilina, silicona… ) o, dicho de forma más precisa, de la claymation. Mientras escribo esto, suena en mi cabeza una canción de Nina Simone, porque ese clip forma parte de mi memoria sentimental, pero también porque para mi gusto es una pequeña obra maestra que nos muestra la cuidada factura de los trabajos de la compañía:

En el año 2000 realizaban su primer largometraje, Chicken Run: Evasión en la granja,  pieza que culminaba su etapa más floreciente. En los noventa fueron los reyes indiscutibles, especialmente gracias a los trabajos de Nick Park quien consiguió para Aarmand su primer Óscar con Creature Comforts (1989). Pero nos interesa aquí el segundo Óscar del animador,Wallace y Gromit: un esquilado apurado (Wallace and Gromit in A Close Shave), porque ahí apareció por primera vez la Oveja Shaun; especialmente memorable es el rescate de las ovejas:

la_oveja_shaun_34235El caso de la Oveja Shaun es el de aquellos personajes secundarios que por su tesitura  acaban robando protagonismo al héroe y terminan teniendo su propio show. Lo hemos visto con losPingüinos de Madagascar y pronto llegarán a nuestros cines los Minions; esta semana le toca el turno a la traviesa oveja creada por Park. Nuestra heroína disfruta de serie propia desde 2007 que sigue permaneciendo en pantalla tras cuatro temporadas. Serie que ha multiplicado su repercusión gracias a un acertado merchandising que ha hecho fijar este personaje en la mente de los más pequeños.

Una premisa de la serie es que la oveja Shaun muestra inteligencia humana, creatividad y, temperamento propio de una comedia situacional, con conflictos que deben solucionar entre todos los animales de la granja, antes de que venga el granjero. Estos rasgos se han incorporado en el largometraje que llega ahora a nuestros cines. También se ha conservado la condición muda de la serie, cosa que quizás propicie la paradoja que la caracteriza: está destinada a los más pequeños de la casa pero a la vez es una creación muy adulta.

Siendo, como vemos, fiel a la serie que la precede, la película no deja de introducir innovaciones. La principal es haber trasladado la acción a la gran ciudad, cosa que ha permitido al filme ofrecer un argumento más complejo y menos esquemático que el de los breves episodios televisivos. Todo ello siendo siempre fiel al espíritu del slapstick. La película es una sucesión de situaciones cómicas (de otro modo, sketchs) que no fractura su unidad; como es habitual en esta estructura, no todas las piezas tienen la misma calidad, pero no hay grandes baches narrativos y el ritmo se mantiene siempre constante sin hacer decaer el interés.  Un humor sencillo pero increíblemente efectivo en el que no hay espacio para grandes sorpresas.

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Precisamente lo más elogiable de esta producción es su sencillez, una sencillez que la convierte en una rara avis dentro de nuestro mundo lleno de efectos generados por ordenador que buscan casi siempre la ampulosidad. La oveja Shaun se mantiene fiel a la tradición artesanal dándonos una animación táctil y delicada que es todo un goce para los sentidos. Estamos ante una historia amable, sin atisbos de ironía, que busca pintarnos sonrisas durante su ajustado metraje. Una diversión para todos los públicos con la calidad que caracteriza a Aardman.

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