La lego película, todo es fabuloso

Yo pertenezco aún a la generación Exín Castillos, pero recuerdo las cajas de Lego que regalé a mi sobrino. Y recuerdo como jugaba con mi padre, como críos ambos, y mi sobrino afirmaba que de mayor sería inventor. Todo un canto a la imaginación, y mucho más, es La lego película.

LEGO_1SHT_MAIN_ONLINE_DOMEmmet, el protagonista, es una figura Lego absolutamente normal, sosias del hombre gris y adocenado que somos la mayoría en nuestra sociedad de masas. Fiel a las normas, sigue todos los consejos para encajar y a su alrededor la mayoría son cómo él y todos bailan al son de la canción de moda, tan cargada de ideología, auténtico himno al inmovilismo y a generar obreros que abracen jovialmente su adocenamiento como epsilons que acuden al trabajo en un mundo feliz. Todo va a cambiar cuando por azar sea confundido con el especial destinado a salvar el mundo de su destrucción, según rezaba una leyenda que se revelará inventada más tarde. En su aventura le acompañarán Supercool/Lucy, Batman, una gata rosa y blanca, un pirata con cuerpo de robot y Vitruvius, el mago que estaba detrás de la leyenda. Durante su hazaña descubrirá (y nos revelará a nosotros) el valor de la creatividad, pero también el de las normas y el trabajo en equipo cuando es bien entendido, un mensaje que encontrábamos ya en AntZ y que es común a la animación que no quiere perder al público adulto aún estando destinada a los más pequeños. Y habrá vuelta de tuerca cuando por fin encuentre al «señor de arriba», un niño que ha osado jugar con la maqueta que ha construido su padre con piezas Lego. Lo que decíamos, todo un canto al poder de la imaginación y a la fe en nosotros mismos que nos hará ser especiales aunque no seamos más que un peón en el engranaje.

la_lego_pelicula-cartel-5252Pero es mucho más. La cinta está llena de guiños, desde la imaginería de Harryhausen a Star wars y la Tierra Media rodada en Nueva Zelanda por Peter Jackson, pasando por el Carpenter de Están vivos, la ciencia ficción ochentera y todo el universo DC (con Batman a la cabeza, como ya decíamos); todo un placer para quienes estén atentos a todas sus referencias. Hay también humor a raudales, la película no se toma en serio a sí misma (por eso es aún más efectiva) ni a los fans que se retratan en los personajes. Gustará a los más pequeños, pero sobre todo gustará a los adultos jóvenes (como mi sobrino) que recordarán su infancia creativa en la que jugaban a tejer historias con piezas de Lego y que se verán retratados en la figura del padre fetichista de la película que coincide con el que son ahora muchos de ellos.

Phil Lord y Christopher Miller (Infiltrados en claseLluvia de albóndigas) construyen un universo cúbico (hasta el humo y el agua lo son) creado en un 3D pensado, sobre todo, para provocar sensación de volumen. Como en Lluvia de albóndigas, nos sumergen en un mundo de colores intensos en el que la acción no cesa, perfecto sentido del ritmo que impide la caída en momentos anticlimáticos. Un guión lleno de momentos irónicos en toda lo polisemia del término, no sólo por lo paródico, sino también por el giro brechtiano del final (del que ya hemos desvelado incluso más de lo necesario). Con personajes que, siendo arquetípicos, no resultan planos, capítulo en el que no se ha descuidado el retrato de los villanos, siempre tan fundamentales o más que los héroes. En suma, en La lego película, todo es fabuloso como reza el tema central de su banda sonora. Una sana diversión recomendable para todos los públicos.

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